BPCD

Fundada el 21 de Mayo de 1928, la Biblioteca Popular Coronel Dorrego nació por iniciativa de un grupo de vecinos, reunidos en la Sociedad de Empleados de Comercio, siendo su primer presidente, el Dr. José Luis Negrete.

El entusiasmo de sus fundadores, rápidamente se propagó al resto de la comunidad, alcanzando en poco tiempo la cantidad de cuarenta socios.

En esa instancia, se decidió alquilar un local ubicado en la calle 24 entre 2 y 4, para el funcionamiento exclusivo de la joven institución.

En 1956, la Biblioteca Popular Coronel Dorrego, se trasladó a un nuevo lugar, ésta vez ubicado en la calle Juan B. Maciel y en esa dirección permanecería hasta 1968, año en que finalmente se mudó al local que actualmente ocupa, en el subsuelo del Centro Cívico Municipal, sito en la Avda. Ricardo Fuertes 674 de la ciudad de Coronel Dorrego.

Así llegó esta institución hasta nuestros días y hoy la encontramos enfrentando las dificultades cotidianas y comunes a todos los argentinos, con el mismo espíritu de lucha de aquellos, sus padres fundadores.

Que una institución popular y democrática, cuyo único fin es la salvaguarda y difusión de la cultura expresada en la palabra escrita, haya sobrevivido hasta nuestros días, es de por si, algo de lo que los dorreguenses, podemos estar más que orgullosos.

El panorama de hoy, nos enfrenta con nuevos desafíos; ni más grandes, ni más pequeños que los del pasado, sino distintos.

Las nuevas tecnologías nos obligan a readaptar nuestros sistemas y mecanismos para continuar prestando los servicios que justifican nuestra razón de existir, pero la esencia y los objetivos que dieron origen a nuestra Biblioteca Popular, siguen siendo los mismos: La necesidad de “educar, formar e instruir al soberano”, es decir a nosotros, y este objetivo sigue tan vigente como en los primeros tiempos de nuestra historia como Pueblo y Nación.

Reinsertar socialmente la Biblioteca Popular, es pues, nuestro objetivo principal.

Para alcanzar esa meta, hemos pensado que ese acercamiento, debe comenzar con nuestra iniciativa de salir al encuentro de nuestros socios y amigos.

Y lo haremos con la mano extendida, en el marco de una solidaridad bien entendida, recíproca y sólo interesada en el bien común.

Para eso, necesitamos de su confianza y amistad, de su ayuda y participación.

La lectura es un derecho de todos, que entre todos debemos asegurar. La vigencia y continuidad de la Biblioteca Popular es una responsabilidad compartida de la sociedad, una responsabilidad que ningún gobierno debiera eludir y ningún ciudadano, debiera dejar de reclamar.